La nación más turística pero una de las menos evangelizada.

La mayoría de los cristianos conocen el encanto y la belleza de Francia, pero muy pocos entienden la profunda necesidad espiritual de la que es una de las naciones menos evangelizadas de la tierra. Mientras que Francia es realmente hermosa y atractiva, a nivel espiritual es un lugar oscuro y poco atractivo.  Los franceses se han vuelto en gran parte no religiosos mientras que los musulmanes están creciendo rápidamente en número e incluso convirtiendo catedrales no utilizadas en mezquitas.  La necesidad de obreros cristianos nunca ha sido tan grande.  Como misioneros que desean profundamente dar a conocer a Cristo, nuestra oración es que más seguidores de Jesús se sientan movidos a actuar de alguna manera para apoyar los esfuerzos por propagar el mensaje del evangelio en esta nación, ya sea a través de la oración de intercesión, o con el apoyo financiero.  Y porque no, viniendo Francia.

Francia tiene la cuarta población atea más grande del mundo.

En las encuestas, el 40-50% de la población dice que no cree en Dios, incluyendo a los ateos, agnósticos y aquellos que dicen ser simplemente “no creyentes” en Dios.  Eso es entre 25 y 32 millones de personas. Alrededor del 30% de la población afirma que se consideran “ateos convencidos”.    En este país con una larga historia religiosa dolorosa, la reputación del cristianismo como sistema religioso es más bien negativa.  Y la actitud hacia el evangelio muchas veces es de resistencia, o incluso desprecio, porque se le juzga a través de la experiencia pasada con la religión.  Hoy en día, las creencias y valores cristianos son considerados como obstáculos para el pensamiento progresista en Francia.  

La mayoría de los franceses no tienen ninguna conexión con ninguna comunidad de creyentes.

Muy pocos de los 65 millones de personas de Francia tienen alguna comprensión de las Buenas Nuevas del evangelio. Se estima que hasta 50 millones de franceses no tienen ningún vínculo real con ninguna comunidad de creyentes. 

Las congregaciones evangélicas presentes en Francia son muy pequeñas, especialmente comparadas con muchas en los Estados Unidos o Latinoamérica, o incluso los países vecinos de Europa.  Las iglesias más grandes se concentran solo en ciertas regiones especificas del país, y que su crecimiento se debe más a la circulación de personas que prefieren las iglesias grandes que a nuevos convertidos.  Lo normal es que una gran iglesia evangélica en Francia puede constar de sólo 50-60 asistentes regulares, pero la realidad es que la gran mayoría de la iglesias no superan más allá de las 20 personas.  

La Biblia es ajena a la mayoría de los franceses, menos del 10% posee una Biblia y el 80% nunca ha tomado una en sus manos.

La triste realidad hoy es que la mayoría de los franceses tienen una profunda ignorancia o indiferencia hacia el evangelio, y nunca lo han sido expuestos de manera significativa.  El cristianismo sigue siendo un territorio prácticamente desconocido para la gran mayoría.

En la actualidad hay al menos 10 musulmanes en Francia por cada cristiano evangélico.

El Islam se ha convertido en la segunda religión de Francia. Los musulmanes ahora constituyen alrededor del 10% de toda la población, unos 6 millones de personas. La mayoría son de África y el Medio Oriente. Lamentablemente, alrededor de 150.000 son conversos franceses.  

Los norte-africanos son alrededor del 10% de la población total y los de africa central y occidental un 5% adicional. La mayoría de los inmigrantes africanos son musulmanes. Hay 8 “Grandes Mezquitas” en Francia, 120 mezquitas más pequeñas con capacidad para 200-1.000 personas, y más de 1.000 otros lugares de culto musulmanes. 

De toda la población, sólo el 5% asiste regularmente a la misa católica.

Pocas personas adivinarían que hoy en día sólo alrededor del 50% de la población francesa aún se identifica con el catolicismo, pero solo el 5% es practicante.

La iglesia católica ha estado en un rápido declive desde la década de 1980 y ha perdido gran parte de su influencia en la sociedad francesa. En 1976 había 41.000 sacerdotes católicos romanos en Francia. En 1995 sólo había 28.000. Hoy en día, la mayoría de los sacerdotes son ancianos y hay pocos jóvenes para llenar el vacío. Cada sacerdote tiene ahora la difícil tarea de tratar de servir a un número cada vez mayor de comunidades. 

Hay 10 veces más personas que se ganan la vida con prácticas ocultas que la cantidad de pastores y misioneros.

Alrededor de la mitad de la población francesa cree en alguna forma de curandería, y una cuarta parte pone su fe en los clarividentes o la astrología. Se estima que 10 millones de personas gastan alrededor de 30 mil millones de dólares cada año en consultas de ocultismo, eso es tres veces la cantidad pagada a sus médicos de familia. Hay más de 30.000 médiums y curanderos espirituales registrados en Francia.  Las practicas mezcladas de budismo, nueva era y todo tipo de misticismo son más común de lo que uno se pudiera imaginar.   Y no sólo eso, pero son mucho más aceptados que el evangelio!

 

 

Con los grandes desafíos vienen grandes oportunidades.

¿Las buenas noticias? El enorme aumento de inmigrantes de África, más de 1,5 millones de los cuales son de países musulmanes cerrados, presenta una increíble oportunidad para los creyentes y misioneros. La libertad de religión en Francia ofrece la oportunidad de alcanzar a los no alcanzados que llegan a Francia y así propagar el mensaje del evangelio a lugares donde nunca antes ha estado.  Es cierto hay leyes que limitan la evangelización si lo comparamos con latinoamérica y otros lugares.  Sin embargo, hay muchísimas maneras de llegar al corazón de las personas con las buenas noticias del Reino de Dios. 

Además, dado que Francia es el tercer destino de estudios en el extranjero más popular del mundo, ya que acoge al 7% de los estudiantes de intercambio anuales del mundo, existe una increíble oportunidad de alcanzar a los jóvenes con el evangelio. Dado que la mayoría de las personas aceptan a Cristo antes de los 21 años y toman decisiones importantes sobre quiénes son y en qué creen en la vida, el ministerio entre estudiantes es cada vez más importante en Francia. De 2 millones de estudiantes universitarios en Francia, 270.000 vienen de otros países. Muchos estudiantes vienen de países cerrados como China y Marruecos. El testimonio efectivo de estos grupos puede tener importantes implicaciones mundiales.  

También es muy alentador, es que la mayoría de los franceses bajo los 40 años de edad parecen ser las personas más receptivas.   Ellos crecieron en un ambiente y cultura post cristiana y con un vacío espiritual, y hoy muchos de ellos están en búsqueda de un verdadero sentido de la vida.